Congelado, perdón.
Podría llorar todo el almidón que hay en las sabanas nuevas.
Conoces esa sensación.
Tu zona segura hecha de cristales rotos, ramas de enebros y zarzas.
Me han dicho que no rumie las ideas
Que se envenenan
Que las organice y las ponga en lista de espera
Papeleo de mentes que vuelan.
¿Sigues pensando en el almidón?
Un tóxico lento que se filtra en tu piel
Te pican los brazos, el cuello, sientes La quemazón
El almidón no, lo que ves frente al espejo.
Supongo que el almidón también puede intoxicar
Pero tendrías que lamer muchas sabanas
Me pregunto cuando mis sábanas se piensan ablandar
Nunca se descansa bien en camas extrañas.
Sigues pensando en el almidón
Por que alguien se querría hacer daño
Dejar de contemplar esa opción
Como te vas a sentir en tu cuerpo extraño.
Se que te dije que no pensaras en eso
Pero podríamos quedar y calcularlo
Cuanto tóxico tiene una sábana y su peso
No lo vamos a hacer, pero quería pensarlo.
Se acabó el tiempo de rumiarlo
Espero que no te hayas obsesionado
Si es así mañana volvemos a hablarlo
Sabes que nunca te dejaría colgado.
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